lunes, 14 de noviembre de 2011

La Federación, ¿monopolio?. Árbitros, ¿esclavos?

La Federación, gracias al sistema normativo que existe en nuestro pais, ejerce un monopolio al querer la organización, gestión y control de toda la práctica del baloncesto en nuestra comunidad, y en especial en cada una de las delegaciones que la forman.

Cualquier persona, o entidad ya sea pública o privada pueden organizar sus propias competiciones deportivas sin que pueda ser considerada ilegal, y por supuesto no tiene que pedir autorización a la federación para que pueda organizarla.

La Federación por ley tienen unas funciones públicas delegadas que le permiten oficializar las competiciones que organiza, es decir, que una competición organizada por la Federación, es una competición oficial, siempre que la apruebe la Asamblea de la Federación, que es la única que aprueba las competiciones oficiales. Por lo que cualquier persona, asociación o institución son libres de organizar, participar o promover competiciones sin el sello de oficial.

El colectivo arbitral es el que padece con mayor severidad este control federativo, en su afán de controlar todas las actividades relacionadas con el baloncesto, ya que nos encontramos en el Reglamento General y de Competiciones con el artículo 63, en el que nos dice que los deberes básicos de los árbitros, auxiliares de mesa y técnicos, en el ámbito federativo, los siguientes:

  • a) Someterse a la disciplina de la FAB
  • d) Asistir y ejercer sus funciones en los encuentros deportivos para los que sean designados
  • e) No intervenir en actividades deportivas relacionadas con el baloncesto sin autorización de la FAB.
Aunque parezca absurdo, nos encontramos en la paradoja que para jugar un pachanguita con nuestros amigos tendremos que pedir permiso, el llevar a mi hija a jugar un partido de baloncesto, tengo que pedir permiso; si en mi colegio los chavales me piden que les arbitre un partido, tengo que pedir permiso, menos mal que ha prescrito sino me podrían sancionar. 

Por consiguiente si la asociación arbitral a la que pertenezco organiza algún evento, ya sea un partido, un torneo, unas charlas, tengo que pedir a la FAB autorización para poder participar en ellos.

No solamente quiere controlar lo que hacen cada uno en el ámbito federativo, sino también en el ámbito personal, ya que se nos exige pedir permiso para todo lo relativo a cualquier actividad relacionada con el baloncesto, sea federativo o no.


Por cierto, se me olvido pedir permiso para escribir esto.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

La mujer del ciego

Había una hombre que tenía una hija muy fea y se la dio en matrimonio a un ciego, porque ningún otro la habría querido.

Cuando un médico se ofreció para devolver la vista al marido ciego, el padre de la muchacha se opuso con todas sus fuerzas, pues temía que el hombre se divorciara de su hija.

Eso es lo que desean nuestros dirigentes de la Federación, que aquellos que estamos en discordancia en la forma de como se esta llevando la Federación, sigamos ciego y mudos.

Este verano trás recibir el impreso de renovación de la licencia, nos solicitaban datos de que si perteneciamos alguna asociación y a cuál, datos que solo se pedían en la Delegación de Cádiz, ya que ninguna otra delegación lo solicitaba, ni el propio Comité Andaluz de Árbitros de Baloncesto, con la particularidad que si alguien protestaba le decían que todo lo que se pedía era legal y si se pedía era porque los clubs lo habían solicitado.

Que extraño, los clubs solicitan saber a que asociación pertenecen los árbitros y no quieren saber que árbitros y auxiliares juegan o son entrenadores en algún equipo.

Con la renovación de la licencia nos obligaban a aceptar las normas de funcionamiento del comité de árbitros de Cádiz, en otras palabras, el regimén interno.

Algunos artículos de estas normas, van en contra de los Estatutos de la FAB, e incluso incluye un regimén disciplinario, atribuyéndose funciones que le corresponden a la Asamblea de la FAB.

Como no soy ciego, ni mudo, pongo estos hechos en conocimiento del Presidente de la FAB, para que los corrija lo antes posible, siendo atendida mi petición.

Lo curioso de la carta de contestación del Presidente es que solicita mi colaboración tanto con la FAB, como con la Delegación Gaditana, cuando son ellos los que no quieren mi colaboración y el hecho de denunciar los hechos anteriores no es la mejor forma de colaborar con la Federación.

En definitiva el Presidente de la FAB me quiso decir:

EL MARIDO DE UNA MUJER FEA ES MEJOR QUE SIGA CIEGO Y MUDO.

lunes, 7 de noviembre de 2011

El guión del arbitraje

El secreto para una buena calidad arbitral es darnos el derecho de cuestionar el guión que otros escribieron para nosotros.

Siempre que arbitramos, esperamos que valoren y reconozcan nuestro trabajo, y no siempre estamos de acuerdo con lo que nos dicen, por ello para poder disfrutar de nuestro trabajo tenemos que sentirnos valorado y reconocido por nosotros mismos.
A veces, sancionamos una falta que parece una tontería, desde afuera nos dirán que pitamos nimiedades pero nosotros sabemos que esa tontería nos va ayudar a controlar el partido. Para algunos esto no es difícil de comprender ni de aceptar, pero he aprendido que a la mayoría le cuesta bastante aceptar que cada uno tiene gran parte de la responsabilidad de la trama que narra el encuentro.

Todos somos guionistas de nuestro encuentro y, aunque a veces improvisamos, hacemos lo imposible para respetar el argumento que nos dan. Estamos sometidos a lo que se nos está permitido o lo que cada uno de nosotros construyó, dándose cuenta o no, en el desarrollo del encuentro.

Debemos superar los condicionamientos que arrastramos para trazar un proyecto que nos haga trazar nuestro rumbo y escribir nuestro nuevo guión, sin que nadie nos de los argumentos con los que tengamos que lidiar.

La calidad en el arbitraje que vale la pena vivir, implica correr riesgos, somos guionistas y a la vez actores de nuestro nuevo guion. El correr riesgos no debe de darnos miedo, todo lo contrario, si hacemos ver al resto de actores del encuentro en que estamos, que asumimos este riesgo, que disfrutamos con lo que estamos haciendo, ellos aceptarán el guion que les proponemos y así ganaremos en calidad y en credibilidad.

Dejar de criticarnos sin piedad y no condenarnos a perpetuidad por nuestros errores.

Dejar de ser actores de un guion predispuesto y ser guionistas de vuestra propia obra.

viernes, 4 de noviembre de 2011

El dialogo

El dialogo es fundamental en todos los aspectos de nuestra vida. Para que haya comunicación tenemos tener en cuenta que ha captado la otra persona.
La comunicación no es automática. Hay muchos obstáculos. Hay que cuidar lo que se dice y escuchar bien lo que nos dicen.
Las principales barreras que nos encontramos en la comunicación son:
  • Lo variable de lo queremos decir.
  • La intensidad que con lo decimos.
  • La sobrecarga o deficiente de la información que queremos dar.
  • El lenguaje critico, mensaje negativo.
  • La idea fija o prejuicios que tenemos sobre la otra persona.
  • Y la mala interpretación que hagamos del mensaje.
Lo que se dice y como se dice deben ser coherentes entre sí.

Tensiones siempre hay en nuestros partidos y debemos estar preparados para afrontarlas y la mejor manera que hay es con el dialogo. Tenemos que defender nuestros argumentos sin sufrir ni avasallar.
Al ponernos en la piel del otro nos permite comprender mejor su comportamiento.

Debemos evitar el criticismo o la bronca, utilizar el dialogo para desbloquear la comunicación, aproximarnos al otro en positivo y solucionar problemas.
Para ello debemos de ofrecer una descripción del comportamiento observado sin emitir un juicio sobre la persona o sobre sus aptitudes.

Debemos centrarnos en el comportamiento que se pueda modificar, escogiendo los aspectos más importantes y limitarnos a ello, preguntando más que haciendo afirmaciones, comentar lo que se ha hecho bien, así como lo que hay que mejorar.
No sermonear respecto a los sentimientos o las impresiones generales y tener en cuenta los límites de cada persona, considerando siempre el valor que el dialogo pueda tener para la otra persona.

Cambiar las conductas sin atacar a las personas.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Otro cuento

El amante llamó a la puerta de su amada.

“Quién es” pregunto la amada desde dentro

“Soy yo” dijo el amante.

“Entonces márchate. En esta casa no cabemos tú y yo”

El rechazado amante se fue al desierto, donde estuvo meditando durante meses, considerando las palabras de la amada.

Por fin regresó y volvió a llamar a la puerta.

“Quién es”

“Soy tú”

Y la puerta se abrió inmediatamente.

Eso es lo que se espera de nosotros que dejemos nuestro yo por el tú, tenemos que ser como ellos nos dicen que tenemos que ser, ver lo que ellos nos dicen que veamos y actuar como ellos actuarían.

Lo que está claro es que si quieres estar en este mundo no puedes mover un dedo, sin que te lo digan, no hables porque no es conveniente hacerlo, ya que estas perjudicando a la provincia, y si lo haces que sepas que ya no sales en la foto de turno, que no colaborarás con la empresa.

Desde que soy asambleísta no he parado de decir las cosas que considero injustas, y por supuesto prefiero ser yo a ser tú, aunque no salga en la foto, y como dicen ahora, no siento ser políticamente incorrecto.

No serán muchos los que compartan conmigo en desafiar al estamento, a cuestionar, examinar y liberarse de los modelos establecidos de pensamiento y conducta, acabar con toda clase de estereotipos y atreverse a ser verdaderamente uno mismo, pero lo que si estoy seguro es que cada vez seremos más.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Las palabras mágicas

Cuando os hablo de las palabras mágicas  no me refiero a las que todos los magos dicen para que les salga el truco (abracadabra pata de cabra) sino a las que todo árbitro deberíamos utilizar cuando estamos dirigiendo un partido, estas palabras que debemos utilizar con los jugadores, entrenadores y compañeros.

Un consejo que me dieron mis padres y que intento llevarlo siempre a la práctica, aunque a veces se nos puede ir la cabeza, es que debes tratar a la gente como a ti te gustaría que te tratarán, por consiguiente es primordial que cuando nos dirijamos a un entrenador, jugador, etc., siempre lo hagamos con respeto y  hablarles de usted, aunque sean nuestros amigos, ya que cuando tenemos puesto el uniforme somos la máxima autoridad en el encuentro y debemos saber diferenciar los aspectos personales de los profesionales.

Cada temporada se nos exige más, y estamos en el ojo del huracán, demasiados ojos observándonos que hacemos y como lo hacemos, pendiente de nuestras actitudes y como nos dirigimos al resto de componentes del juego. No podemos permitirnos el lujo de poder perder los papeles, aunque a veces nos gustaría pegar un par de puñetazos en la mesa de auxiliares, por eso debemos tener siempre la cabeza fría.

 Las palabras a la que nos referimos son:

-          POR FAVOR
-          GRACIAS
-          PERDON – LO SIENTO

POR FAVOR

Utilicemos estas palabras siempre que queramos  pedir algo a los jugadores, entrenadores, etc.

“Por favor el tiempo ha terminado, a jugar.” “Por favor puedes ir por el balón.” “Por favor me puede dar el cinco inicial.”

GRACIAS

Lo cortés no quita lo valiente y siempre deberemos dar las gracias  por toda la ayuda que recibimos en el terreno de juego, si un jugador va a recoger el balón.

Y algo que no se nos tiene que olvidar que hacemos un trabajo con un equipo y deberemos darle las gracias por el trabajo realizado tanto a nuestro compañero como a los olvidados en este mundillo del arbitraje a nuestros compañeros de la mesa, a los auxiliares de mesa.

LO SIENTO, PERDÓN

En nuestro trabajo tenemos que tomar decisiones en milésimas de segundo, no somos perfectos, somos humanos, y nos equivocamos, no tanto como creen los equipos y no menos de lo que nosotros nos creemos.

Pienso que somos personas y como tales al equivocarnos debemos pedir disculpas, eso no es una debilidad en nuestro arbitraje, sino todo lo contrario, al corregir una equivocación inmediatamente ante los demás integrantes del juego, nuestra credibilidad irá en aumento.